Hot Gimmick: las probabilidades del amor

Aquí les traemos una reseña del manga Hot Gimmick, para quienes disfruten las historias de romance, un shojo donde las relaciones amorosas son el tema central delc onflicto.


Por Akhu

Argumento

Hatsumi Narita es una estudiante común de preparatoria y algo torpe, vive con su familia en un departamento del complejo habitacional de la empresa Tachibana, para la cual trabaja su padre.

Los Tachibana son adulados por todos los vecinos del edificio, en especial la esposa del dueño, quien se encarga de menospreciar a todos en el sitio para hacerse ver como una reina petulante, a la cual todos le deben pleitesía. Akane, la hermana menor de Hatsumi, es un verdadero desastre. Se encarga de vivir su vida de manera irresponsable, ya que se involucra con diversos chicos por ser bella y popular. Llegada la hora, Akane presiente que pudiera estar embarazada gracias a una relación de riesgo que sostuvo. Sin dudarlo, pide a Hatsumi que le consiga una prueba instantánea de embarazo. Para ello, Hatsumi intenta esconderse de los ojos inquisidores y sumamente moralistas de los vecinos, pues cualquier movimiento en falso podría acarrearle problemas a su familia con los Tachibana.

Hatsumi, sin querer, es descubierta por Ryouki, el hijo del matrimonio Tachibana, un joven atractivo, de su edad, de mal carácter y con la misma pedantería que su madre, pues siente que puede hacer y deshacer a su gusto en su pequeño imperio. Ryoki se encarga de hacerle la vida imposible a Hatsumi, le exige como pago a su silencio que esta se convierta en su esclava, la cual sin duda obedecerá cada orden de su "amo" sin replicar.

El joven Tachibana no es un nuevo enemigo de Hatsumi, pues en su infancia ya la fastidiaba. La joven tenía, desde entonces, un salvador oportuno y carismático, un niño llamado Azusa, quien tuvo que irse del edificio sin que nadie conociera realmente su historia. Azusa volvió justo cuando Hatsumi más lo necesitaba, pues Ryouki no tenía ningún freno para exigir toda clase de órdenes a su esclava.

Realmente, Ryoki no sabe lo que le espera con Hatsumi, ni ella lo que le acontecerá al lado de Azusa, de quien no conocemos su verdadera historia, más que su atractivo al estilo del príncipe azul. Además, Hatsumi no sólo tiene un salvador, pues su hermano Shinogu siempre estará dispuesto a rescatarla. A partir de aquí, los conflictos empezarán a darse naturalmente entre unos y otros personajes, sin que el protagonismo de Hatsumi se bifurque hacia otros.

¿Con quién tendrá éxito Hatsumi con A, B ó C? Las apariencias engañan, pues no todo lo que brilla suele ser oro, respuestas que la protagonista de Hot Gimmick conocerá a medida que avance la historia.


Análisis

Hot Gimmick es un manga que aborda la problemática del primer amor desde diversas perspectivas. A pesar de que los personajes siguen siendo poco más que adolescentes y poco menos que adultos respecto a su edad, los toques de la iniciación a la realidad adulta se dan mediante los tropiezos de los protagonistas. La intensidad de los sentimientos, el impulso, el arrebato y la pasión con que aman y odian por igual es manejada con diálogos muy cortos que proyectan la tensión dramática en las escenas de cada viñeta.

Miki Aihara nos muestra que sus personajes a pesar de ser tan jóvenes son capaces de hacer muchas cosas. Tal es el caso de Azusa, quien lleva una carga emocional muy pesada, debido a su pasado familiar.

La crítica velada a la sociedad burguesa en la que se desenvuelven los protagonistas, nos hace virar el rostro y reflexionar acerca de los modelos sociales y los esquemas que aún tienen vigencia en la vida posmoderna en muchos lugares del mundo. Con trazos más que sencillos, pero emocionantes, Aihara sustenta su historia en las acciones de sus personajes, su esencia y el dramatismo con que estos reaccionan ante sus encuentros y desencuentros cotidianos. Los secretos, la doble moral y la relación atracción-repulsión, nos muestran que el camino del amor no siempre está hecho de afinidades. Las relaciones de odio nos descubren poco a poco las posibilidades del amor, y la fuerza colosal de la atracción entre dos seres humanos, sin importar si son compatibles o no.

El humor es mínimo, y no está basado en el guión de la historia, sino en la simpatía que puede despertar algún personaje dentro de esa misma sensación de involucramiento entre el lector, la obra y los personajes. Al final de los episodios se dan algunos guiños de Aihara, a través de unos sencillos dibujitos en los cuales nos muestra a uno de los personajes en su versión chibi, lamentándose, riéndose o refunfuñando según sea el caso en la historia. Es así como se suscita un poco de humor y el lector y la imagen se convierten en cómplices de la historia.

Con fondos de gráficas urbanas, Miki Aihara nos muestra un mundo pequeño en el que los protagonistas lo envuelven todo, donde el ambiente es eclipsado por lo que hacen o dejan de hacer los jóvenes de la historia. El vestuario moderno resulta agradable a la vista, sin que sea realmente una cátedra de moda, mientras que el típico uniforme de instituto nos recuerda que el desarrollo se da en una zona urbana y resulta falto de originalidad, aunque en definitiva en nada afecta a la trama. Fondos minimalistas, carentes de grandes estampados a flores y corazones de un gran número de shojos, aunque en algunas partes tampoco se salvan. La autora nos muestra cuerpos de figuras delgadas y alargadas, nada voluptuosas, típicas del shojo, y líneas que nos revelan cuán sonrojada, triste o alegre, puede estar Hatsumi Narita. La ausencia de la punta de la nariz, hace que Aihara se distinga por ello, dejando un espacio en blanco que simula el resto del rostro y que nos recuerda un trazo simple donde la atención del dibujo se centra en el resto del lenguaje corporal. El atractivo físico lo presentan los chicos altos en apariencia, protectores o bestiales según el momento.
Hot Gimmick vale la pena por todos los capítulos que poco a poco nos mantendrán al borde del asiento, con una historia basada en peripecias sencillas que no pretenden más que seguir el argumento de todo harem shojo y la relación de poder entre el amo y la esclava, harán la delicia de las lectoras de madurez intermedia, que buscan emocionarse con una historia de amor que tiene sus dosis bien medidas de escenas levemente subidas de tono, pero nada que llegue a espantar a nadie, en un término suficiente de volúmenes para no aburrir, ni desesperar la economía de nadie, a menos claro, que el tema resulte chocante para el lector.